Sierva de Dios Luisa de la Torre y Siervo de Dios Ramón Rojas
- Jardín Peruano
- 21 nov 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul 2022
Otro elemento que convierte a Luisa de la Torre en un personaje peculiar es su vinculación con la clerecía influyente, ligada al poder político. Se sabe, aunque poco, de su amistad espiritual con el asceta franciscano Ramón Rojas de Jesús María, apodado el “Padre Guatemala”, fraile que contó con fama de santo y de dones taumatúrgicos en la ciudad de lca y su entorno, quien fue su amigo, confesor y guía espiritual. -Luisa, ¿estás segura que no deseas ser religiosa? -preguntó el fraile con voz pausada-. -Ahora estoy convencida que eso no es lo que quiere el Señor para mi, padre –respondió Luisa dirigiendo su mirada al infinito. -Y qué es lo que te anima –replicó el sacerdote -Es voluntad de Dios que me ocupe de las cosas pequeñas. La guerra ha levantado sobre este mundo la ambición, la discordia, la avaricia, la vanidad y la venganza. Por eso, quiero dedicar toda mi vida a la gente que sufre en mi pueblo. Tomándola de un brazo, el padre Guatemala musito con cariño - Luisa, hay tantas maneras de amar a Dios y al prójimo en este mundo. Mantén siempre viva la llama de la caridad y de la oración. Actúa siempre con humildad y empeño, que el Señor te ayudará en todas las obras que emprendas. -Es la voluntad de Dios amar al prójimo. Renunciaré a todo, menos el dar consuelo a aquellas almas desesperadas que necesitan el bien. Gracias, Padre –respondió Luisa abrazando de alegría al sacerdote-. Se cuenta que Luisa de La Torre, cumpliendo una solemne promesa hecha al Señor de Luren, nunca más salió de su humilde pueblo. Dedicándose, desde entonces, con inquebrantable fervor y tesón al apostolado de servir a los más humildes y necesitados.

Comments